“El Tigre” Rodríguez y el tráfico de influencias en el Infonavit

Bajo la protección de gobiernos corruptos, el político Juan José Rodríguez logró que su hijo no pisara la cárcel en la escandalosa compra y venta de propiedades en el Infonavit.

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1997
“El Tigre” Rodríguez y el tráfico de influencias en el Infonavit

En mayo de este año el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) cumplió 50 años de existencia. En este tiempo, el organismo ha otorgado poco más de 12 millones de créditos para vivienda en todo el país, de acuerdo con datos del propio instituto.

Sin embargo, existe un acontecimiento sombrío que ocurrió en 1999, cuando la delegación del organismo en la capital de San Luis Potosí fue asaltada por el columnista y político, Juan José Rodríguez, para hacer negocios familiares con el patrimonio público.

Así es, el llamado “Tigre” Rodríguez despachaba como diputado del PRI y era el presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado, en ese entonces el gobernador era Fernando Silva Nieto, cuando el director de La Jornada San Luis, Julio Hernández López, encontró la coyuntura ideal para exhibir la corrupción que imperaba en la delegación del Infonavit, donde el director jurídico era el hijo del “Tigre”, Juan José Rodríguez Regil.

El 25 de mayo de ese año La Jornada nacional publicó lo siguiente:

“Dos auditorías realizadas por las oficinas centrales del Infonavit revelaron graves irregularidades en el área jurídica de la delegación estatal, donde se tejió un nudo de complicidades e intereses que dañó el patrimonio de la institución, provocó la renuncia del delegado general y alcanzó inclusive al presidente de la Gran Comisión del Congreso local, el priísta Juan José Rodríguez Medina, cuyo hijo es el principal involucrado en el escándalo.

“Las irregularidades se dieron en un desdén por el marco legal que, inclusive, el propio director jurídico de la delegación del Infonavit (quien ya fue cesado), Juan José Rodríguez Regil, llegó a beneficiar a su madre y a su hermano con la venta de terrenos y locales comerciales en la plaza de una colonia obrera.

“Por otra parte, 3 mil viviendas financiadas fueron entregadas sin escrituras ni garantías hipotecarias, se contrataron servicios profesionales de despachos externos y de notarios sin autorización superior, y se pagó anticipadamente a fedatarios por titulaciones e inscripciones que no se habían concluido en mil 468 viviendas.

“Otra anomalía cometida durante la gestión de Rodríguez Regil fue el pago de 2 millones 167 mil pesos a despachos de abogados como anticipo de juicios inconclusos.

“Según concluyeron los auditores, la actuación del abogado Rodríguez Regil fue “bastante deficiente y cuestionable”, con “un total descontrol en el manejo de los asuntos” y tal cúmulo de “irregularidades” que “podrán derivar en la presentación de demandas penales contra el ex funcionario”.

“Sin embargo, y a pesar de las evidencias claras de daño patrimonial al Infonavit que dirige a nivel nacional Luis de Pablo, no se han iniciado acciones contra el responsable de estas irregularidades, pues el asunto se ha convertido en un duelo de poderes en el que el diputado Rodríguez Medina, padre del ex director jurídico, ha peleado hasta conseguir que el delegado que descubrió todas las anomalías, Fernando Dávila, amigo personal del gobernador Fernando Silva Nieto, quien le había traído para sanear esas oficinas, renunciase a su cargo, después de despedir a su vez al director jurídico acusado de corrupción.

“Ayer, por ejemplo, el diputado Rodríguez Medina aseguró que la información publicada eran verdades a medias e imprecisiones. El ex director jurídico Rodríguez Regil, en visita a La Jornada San Luis, que fue el medio que originalmente difundió la relación de irregularidades, reconoció por su parte que había vendido locales y terrenos comerciales a sus familiares pero, dijo, fue por ignorancia de la ley”.

Debido a los delitos que ya se estaban cometiendo, comenzaron las llamadas telefónicas y el tráfico de influencias a altos funcionarios por parte del diputado Juan José Rodríguez para darle impunidad a su hijo.

“El Tigre se reunió con su amigo de los tiempos del colosismo, Liébano Sáenz Ortiz, secretario particular del Presidente Ernesto Zedillo.

Después de estos hechos, el delegado del Infonavit, Fernando Dávila, fue removido del cargo, el director general De Pablo se desistió de presentar la denuncia, “El Tigre” logró torcer la ley a su favor, aunque el escándalo, el descrédito a su imagen por corrupción fue generalizado, el gobernador Silva Nieto había logrado su objetivo.